1.4. Los Contenidos de la Educación Peruana, según Mariátegui
1. La educación depende del carácter de la estructura imperante que data desde la invasión española. La educación nacional carece de contenidos auténticamente nacionales y democráticos. Al respecto, Mariátegui nos dice: “La educación nacional... no tiene un espíritu nacional: tiene más bien un espíritu colonial y colonizador”143.
2. “Tres influencias – dice Mariátegui – se suceden en el proceso de la instrucción en la República: La influencia o, mejor, la herencia española, la influencia francesa y la influencia norteamericana. Pero sólo la española logra en su tiempo un dominio completo, las otras dos se insertan mediocremente en el cuadro español, sin alterar demasiado sus líneas fundamentales”144.
1. La educación depende del carácter de la estructura imperante que data desde la invasión española. La educación nacional carece de contenidos auténticamente nacionales y democráticos. Al respecto, Mariátegui nos dice: “La educación nacional... no tiene un espíritu nacional: tiene más bien un espíritu colonial y colonizador”143.
2. “Tres influencias – dice Mariátegui – se suceden en el proceso de la instrucción en la República: La influencia o, mejor, la herencia española, la influencia francesa y la influencia norteamericana. Pero sólo la española logra en su tiempo un dominio completo, las otras dos se insertan mediocremente en el cuadro español, sin alterar demasiado sus líneas fundamentales”144.
La diferencia de estas influencias eran más adjetivas que sustantivas, más de forma que de esencia. Sobre el particular Mariátegui dice: “En el proceso de la instrucción pública(...) se constata la superposición de elementos extranjeros combinados, insuficientemente aclimatados. El problema está en las raíces mismas de este Perú hijo de la conquista”145.
3. La educación en la colonia y en la república, según palabras de Mariátegui, fue de carácter elitista, puesto que la mayor parte de la población estaba al margen de los servicios educativos y de carácter escolástico (la educación y la producción han estado aislados). La herencia española no era exclusivamente una herencia psicológica e intelectual, era ante todo, una herencia económica y social. El privilegio de la educación persistía por la simple razón de que persistía el privilegio de la riqueza y de la casta. El concepto aristocrático y literario de la educación correspondía absolutamente a un régimen y a una economía feudales. La revolución de la independencia no había liquidado en el Perú este régimen y esta economía. No podía, por ende, haber cancelado sus ideas peculiares sobre la enseñanza. El desprecio por el trabajo, el desprecio por las actividades productivas fueron alentados desde los claustros Universitarios. El trabajo de servidumbre fue la base fundamental de la colonia y la república.
3. La educación en la colonia y en la república, según palabras de Mariátegui, fue de carácter elitista, puesto que la mayor parte de la población estaba al margen de los servicios educativos y de carácter escolástico (la educación y la producción han estado aislados). La herencia española no era exclusivamente una herencia psicológica e intelectual, era ante todo, una herencia económica y social. El privilegio de la educación persistía por la simple razón de que persistía el privilegio de la riqueza y de la casta. El concepto aristocrático y literario de la educación correspondía absolutamente a un régimen y a una economía feudales. La revolución de la independencia no había liquidado en el Perú este régimen y esta economía. No podía, por ende, haber cancelado sus ideas peculiares sobre la enseñanza. El desprecio por el trabajo, el desprecio por las actividades productivas fueron alentados desde los claustros Universitarios. El trabajo de servidumbre fue la base fundamental de la colonia y la república.
Mariátegui considera que el coloniaje educacional en su época sólo servía para perpetuar una amenaza de clase, la clase burguesa, marginando totalmente de la enseñanza a las clases populares. Frente a ello sostiene que se debe democratizar los contenidos y los programas educacionales.
144. MARIÁTEGUI, José Carlos. Ibídem., p. 105.
145. MARIÁTEGUI, José Carlos. Ibídem.
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